Perdonar debo;
no por misericordia
sino egoísmo.
Que si perdono
disfruto nuevamente
de tus tesoros.
Si no perdono
perdería tu aliento
en mis alcobas.
Y aunque el orgullo
ganara con honores;
él no se come.
Por eso sigo
cantando a tus encantos
tan agraciados.
Mejor comparto,
antes que no tenerte
prefiero verte.
Y sigo luego
porque me has agobiado
con tus ingenios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario